Crear una biblioteca joven es posible y necesario. Y no es difícil. Es sólo cuestión de ver la necesidad y proponérselo. el reto está servido. ¿Quién se atreve?
MANUAL DE PROCEDIMIENTO
1-Convicción de la necesidad de servicios bibliotecarios destinados a la franja de edad de 12 a 16 años, destinando a ésta los recursos humanos y económicos necesarios.
2-Adaptarnos al sistema educativo ESO y abandonar el obsoleto modelo EGB (actualmente se consideran aun las salas infantiles como adecuadas hasta los 14 años).
3-Entender la adolescencia como una etapa evolutiva con identidad y características propias y no como una etapa de paso y de preparación a la vida adulta.
4-Separar, de una vez por todas, los conceptos INFANTIL y JUVENIL. No olvidemos que los jóvenes tienden a apartarse de la infancia y de la vida adulta para afirmarse.
5-Proporcionarles un espacio propio.
6-Dejar solos a los jóvenes en su espacio para que lo puedan gestionar ellos mismos.
7-Diseñar una política de colección juvenil.
8-Diseñar servicios y estrategias de fomento de la lectura, capacidad crítica y crecimiento personal.
9-Programar actividades en las que los propios jóvenes sean los protagonistas.
10-Convertir a los jóvenes en parte activa del desarrollo del servicio bibliotecario.
